Si la vida al aire libre en medio de paisajes maravillosos es lo tuyo, Girovai.com te lleva a explorar la tierra de los glaciares, las montañas de los Andes y sus lagos, siguiendo los senderos usados por los colonos en esta prístina parte del fin de mundo compartida por Argentina y Chile.
En las regiones más australes del país, existen grandes extensiones de bosque siempreverde, destacando por su importancia económica el ciprés de las Guaitecas, hoy arrasado en su mayor parte.
Hacia el interior, se desarrollan bosques caducifolios, en los que predomina la lenga y, más al oriente, grandes formaciones estepáreas de pastos duros.
En el extremo austral de la Patagonia, la vegetación se reduce a algunos árboles achaparrados, tales como el canelo, el coigüe de Magallanes y el ñirre, al igual que diversas especies arbustivas y herbáceas, líquenes y musgos.
En las estepas patagónicas habitan guanacos, ñandúes, piches, peludos, pumas, zorros, etc. En esta zona se desarrolló una ganadería extensiva de ovinos, que tuvo en la estancia, su mayor expresión social y cultural. El huemul, presente en el escudo de Chile y que antiguamente habitó gran parte del país, sólo sobrevive en áreas de difícil acceso en esta zona. En la fauna del litoral se destacan: lobos y elefantes marinos, pingüinos, petreles, cormoranes y ballenas francas.
Los primeros habitantes de Patagonia fueron los “chonos,” quienes comenzaron a extinguirse en 1870. Por su parte los Tehuelches, pueblo nómada que llegó hasta Tierra del Fuego, dejaron una huella permanente.
Hoy se pueden apreciar las pinturas rupestres dejadas por este pueblo, así como dibujos y pinturas que se venden como postales de la región. Los Tehuelches tuvieron contacto con los conquistadores españoles, cuyos caballos les sirvieron para abarcar más territorio en menos tiempo, cazar y comercializar pieles y animales.
Otros pueblos originarios de la región más austral fueron los Onas o Selknam, Yamanes o Yaganes y Alacalufes o Kawéskar. Estos pueblos nómadas se establecieron en distintos lugares, aprovechando los recursos naturales de la región para sobrevivir. Muchos vivían sólo de lo que el Océano les entregaba, utilizando lo necesario de los animales para la alimentación y lo demás para construir casas, botes, y ropa.
A partir de 1810 comenzaron los envíos de exploraciones y empresas de conquista y se fundaron los primeros poblados. Más tarde, ya en el siglo XX, comenzaron a llegar a Patagonia las empresas ganaderas e industriales con la consecuente migracion de habitantes hacia el la zona sur del pais. Tierra del Fuego, en tanto, recibió cientos de personas que llegaron a sus tierras en busca de oro, a fines de 1890. Hoy la región tiene un enorme potencial no sólo turístico sino también energético, por lo que en Tierra del Fuego se han instalado plantas para la extracción de petróleo y de carbón mineral.
El clima extremadamente húmedo caracteriza el litoral al sur de Puerto Montt, donde las precipitaciones muchas veces exceden los 2.000 mm año.
La alta frecuencia de sistemas frontales que cruzan la región desde el Oeste explican el alto número de días nublados (entre 20 y 25 días por mes). El efecto oceánico contribuye a moderar las temperaturas, las cuales son más altas durante el invierno, y más bajas durante el verano, en comparación a la observada en el interior del continente, a la misma latitud. Hacia el Oeste de la región, el efecto de “sombra pluviométrica” de la cordillera de Los Andes, explica el clima considerablemente más seco, donde la precipitación anual es inferior.
Para visitar la Patagonia se recomienda:
- Buen estado de salud.
- Buena disposición para aceptar los cambios climáticos imposibles de predecir, aspecto característico de la región más austral del mundo.
- Informarse sobre el lugar que tendrás la gran oportunidad de explorar.
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